domingo, 13 de julio de 2014

Los Adolfos vuelven a Pamplona dejando bonitas carreras

La tradición en Pamplona marca que el domingo sean los astados de la legendaria ganadería de Miura los que corran el encierro. En un primer momento este año así estaba previsto también, aunque después hace un tiempo se anunciaba el cambio de los toros de Miura por los del hierro extremeño de Adolfo Martín para el domingo.
 
El ganadero madrileño trajo a Pamplona una corrida con mucha leña, los toros hicieron un encierro limpio sin heridos por asta, aunque si que dejo algún que otro susto en la curva de telefónica y se tuvieron que realizar al final varios traslados por diversas contusiones, en el primer parte de heridos a pie de encierro han sido cuatro traslados.
 
La manada iba encabezada por un astado y tras un amplio hueco seguía el resto de los cinco toros y cabestros pero todos ellos estirados, dejando huecos donde los corredores podían meterse delante de la cara del toro para hacer buenas y bonitas carreras. El peligro llego en el tramo de la curva de telefónica donde un toro arremetió contra el vallado creando el pánico y peligro a algunos corredores que estaban en esa zona zarandeándolos por los aires, aunque gracias a los buenos corredores que tiraron del toro hacia la bajada al callejón para que no se cebará con los corredores caídos y que les pudieran empitonar. así pues llego este toro a la plaza y en ésta los dobladores tuvieron faena para encerrar en corrales los dos toros que se quedaron rezagados en el ruedo. En total han sido dos minutos cincuenta y dos minutos.
 
 
 





















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