En su segunda visita a Pamplona, los toros de Garcigrande protagonizan un encierro vertiginoso, el más rápido de estos Sanfermines, que se ha completado en 2 minutos y 12 segundos, y se ha saldado con el traslado al Complejo Hospitalario de Navarra de dos heridos por asta de toro, uno corneado en la pierna en Mercaderes y otro en el abdomen en el tramo de Espoz y Mina. Además, se ha producido un tercer traslado por una contusión en una pierna en Santo Domingo, y un cuarto corredor ha sido atendido por un traumatismo craneal en Estafeta.
Con un considerable descenso de corredores respecto a los últimos días, el séptimo encierro de estos Sanfermines ha dejado numerosas caídas y momentos de peligro. La carrera ha comenzado con la manada agrupada en Santo Domingo, donde se han producido pocas caídas y los toros han corrido rápido, con nobleza, sin lanzar derrotes, hasta que un toro negro se ha puesto en cabeza al final del tramo. Ya en Mercaderes, un toro se ha quedado parado provocando escenas de peligro. Y al llegar a la curva de Estafeta, varios morlacos han chocado contra el vallado. Al inicio del tramo de Estafeta, un toro se ha ido al suelo trastabillando a un mozo. A lo largo de esta calle, se han producido numerosas caídas. La entrada en la plaza se ha producido con la manda disgregada en dos grupos.
El segundo encierro de los morlacos de Garcigrande en Pamplona ha dejado un saldo similar a su estreno en San Fermín en 2014, cuando protagonizaron una carrera rápida, vertiginosa, de apenas dos minutos y medio, que se saldó con dos corneados en la cuesta de Santo Domingo.
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